DONANDO VOY EN… ¡MÁLAGA!

Vacaciones en diciembre en Málaga. ¿En serio? Diría cualquier guiri… ¡En serio!

Todo un puentazo de 5 días con la sana intención de pasarlo muy bien con los amigos, con el objetivo de hacer el Caminito del Rey y revisitar Antequera y Málaga y ganas de donar en compañía, en mucha compañía.

No hace falta que os cuente lo bonitos que son Antequera y Málaga y toda la sierra y el mar, la paz y el barullo que se respiraba por igual dependiendo del momento o del lugar, y sobre todo la compañía.

Pasar unos días con nuestros amigos Ana y Dani y sus hijos, así, en plan comuna, no tiene precio. Son esos amigos de toda la vida, desde que éramos chavales, y aunque viven en Madrid, cualquier excusa es buena para quedar y estar unos días juntos.

Lo curioso de esas amistades es que puede que hayan pasado mas de dos meses sin enviarnos ni siquiera un whatsapp, que en cuanto nos vemos las risas y las conversaciones duran horas y parece que nos estuvimos juntos justo ayer.

Con ellos hicimos el Caminito del Rey, que nos dejó sin palabras de lo impresionante de las vistas… y de pensar en cómo era en su momento recorrerlo sin ningún tipo de seguridad, tela marinera.

Con ellos también fuimos a donar sangre el sábado 9 de Diciembre,  en una donación muy divertida, nada más y nada menos que en ¡el Museo Aeronáutico de Málaga! Las dos familias vimos los aviones, entramos en ellos y varios voluntarios (¡¡gracias!!)  nos enseñaron los pormenores de cada uno y contaron las historias de los aparatos, su vida, cómo se pilotaban… si lo hubiéramos planeado con antelación no habríamos podido hacerlo tan guay y divertido para todos.

Porque no estábamos solos ni mucho menos, la asociación “Superheroes, un niño una sonrisa” estaba apoyando el evento. Allí estuvimos codo con codo con el Capitán América, Flash y un montón de suerhéroes y superheroínas, algunos con traje y otros anónimos, los que decidimos que era una día genial para salvar vidas donando sangre.

Como siempre, el personal que nos atendió era majísimo y súper atento. Fue una donación especialmente bonita porque Dani también se animó a donar, así que la hicimos juntos y nuestros hijos pudieron estar con nosotros haciendo de enfermeros, porque como todo en la vida y parafraseando el lema de The Impact Project:  si lo puedes ver, lo puedes ser.

Ahhh, por cierto, este viaje y esta donación, además de muchas aventuras y mucha diversión, también tuvieron una Arantzada (mira el link AQUÍ) y de las buenas:

Allá por verano, nuestros amigos Marta y Víctor nos contaron que habían decidido darse el sí quiero acompañados de sus hijas, su familia y los amigos. Como no podía ser menos les dije ¡que por supuesto que iríamos! Piensa que yo estoy en una edad en la que mis amigos si acaso nos avisan de los divorcios, así que qué ilusión poder celebrar con ellos querer sellar burocráticamente su amor de años. ¡Qué guay, bodorrio!

Planearon una boda muy bonita y disfrutona para diciembre… para el 9 de diciembre. Ese 9 de Diciembre que está justo en medio del “Puente de diciembre”. Ese Puente de diciembre que planeamos también con nuestros amigos Dani y Ana, pagamos la casa, las entradas del Caminito del Rey…

Sobre mitad de noviembre yo me caí del guindo y de repente ¡plaf! Maemíamaemía que la boda que era un 9 de diciembre es ESE 9 de diciembre, ¡¡¡ese que no estamos!!!

Finalmente no fuimos a la boda (por muy superheroína que te haga ser donante, el don de la bilocación no viene en el pack) y afortunadamente Víctor y Marta nos quieren mucho, arantzadas incluidas, así que final y amistad feliz, con celebración tardía de la boda, aunque nuestro regalo para ellos ese 9 de diciembre fue… salvar 3 vidas.

Cada donación (siempre) tiene una bonita, y muchas veces divertida, historia detrás. DONA SANGRE, VIVE y SALVA VIDAS.

Arantza Bárcena. The family supply chain.

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